CAPITULO 6
LOS DÍAS SERÁN
ACORTADOS. 07
Realidad y fantasía, en esta vida existen
dos mundos, nuestro mundo ideal que es el que imaginamos y nuestro mundo
ordinario que es aquel que vivimos día a día, muchos desearían vivir en las
fantasías y desaparecer de la realidad, lograr todo lo que deseamos, que todo
lo que deseamos se haga realidad, pero al final la vida se tornaría aburrida
porque no tendríamos obstáculos que superar, metas que lograr, ni decisiones
que tomar. La vida es divertida, porque es impredecible.
LEOPOLIS 11:24 AM – 8/4/2024 – DISTRITO UNO – A LAS AFUERAS DEL ESTADIO OLIMPICO
LEONES BLANCOS - GOBIERNO IMPERIAL DEL SUR
Kaiser yace en el suelo, sin mover ni un
solo musculo, Helena se acerca a Kaiser lentamente, apuntando en todo momento a
lo que a su parecer, era el peor terrorista de ese país, por su frente recorría
el sudor frio del miedo, su corazón latía cada segundo que pasaba con más
fuerza mientras su mano se acercaba a la máscara que cubría el rostro de Dan,
al tocarla sintió el frio metal que protegía la identidad de este terrorista,
Helena respiro profundamente y jalo con fuerza la máscara, lo que vio a
continuación no tenía ninguna explicación posible.
Helena se levantó rápidamente, dejo caer
al suelo la máscara que representa el ideal de Kaiser, su mirada perdida solo
era sinónimo de su confusión, Kaiser se levantó del suelo, Helena retrocedía su
vida se estaba despedazando, mientras lo que estaba ante ella era físicamente
imposible, no había explicación, no había lógica, debajo de esa capucha roja se
encontraba su peor enemigo, y su peor enemigo era… Helena Díaz.
- ¿Que… que significa esto? – Pregunto Helena
totalmente confundida.
- Nuestra verdadera naturaleza – Respondió la
Helena terrorista con una gran sonrisa maligna
- No entiendo lo que dices – Helena tomo su arma y
empezó a disparar una y otra vez – Aléjate
- ¡ESTO ES LO QUE TU Y YO QUEREMOS! ¡LIBERTAD! – La
Helena terrorista tomo por el cuello a la Helena real y comenzó a asfixiarla –
abandona este mundo de mentiras y comienza a observar este mundo que se cae a
pedazo, Helena ¡DEFENDAMOS LA JUSTICIA!
Con esto Helena dejo de
luchar y empezó a sentir como su vida empezaba a escapar, sus latidos se
volvían más débiles, y regreso a la realidad.
LEOPOLIS
1:37 AM – 9/4/2024 – DISTRITO DOS – GRAN
HOSPITAL CENTRAL - GOBIERNO IMPERIAL DEL SUR
Helena despierta de golpe y mira a su
alrededor, observa las blancas paredes de la habitación, miro su mano derecha y
noto que todavía temblaba, lagrimas salían de sus ojos, estaba todavía
confundida y paralizada, su balanza entre el bien y el mal se estaba
corrompiendo, mientras que en su interior crecía la desesperación, la
impotencia, tenía a Kaiser en sus manos, pero se le escapó de las manos, o tal
vez nunca estuvo a su alcance, al pasarle estas ideas por su mente, con sus dos
manos tomo su cabello y comenzó a gritar, rápidamente llegaron las enfermeras a
atenderla, tratando de tranquilizarla.
LEOPOLIS
9:50 AM – 9/4/2024 – DISTRITO DOS – GRAN
HOSPITAL CENTRAL - GOBIERNO IMPERIAL DEL SUR
Helena mira por la ventana,
mientras que toma un café, que a su parecer no es tan bueno como los que hace
María en la sede principal de la policía federal, en eso llega su ex compañero
y ministro de la defensa federal de Leopolis Fernando Aristiguieta, quien llego
con una sonrisa resplandeciente, lleno de felicidad, mientras que Helena con
una cara amarga lo miraba, llena de curiosidad y asco al mismo tiempo.
- ¿Has
venido a reírte en mi cara? – pregunto Helena con un tono de sarcasmo en sus
palabras
- Solo
vine a ver cómo estas – contesto Fernando de las manera más hipócrita posible
- Acabemos
con esto, ya puedes despedirme
- Parece
que no has visto las noticias Helena
- ¿Qué
se supone que veré, mi fracaso?
- Todo
lo contrario, el gobierno imperial ha triunfado, no hay quien nos detenga
- Estoy
confundida Fernando, ¿qué es lo que tratas de decir?
- Que
mientras estabas dormida, YO, el gran FERNANDO ARISTIGUIETA atrapo a Kaiser y
disolvió a la Legión de terroristas
- Eso
es imposible, como lo lograste
- Porque
yo soy mejor que tu
- Bastardo
– Helena se negaba a creer las palabras de Fernando – no te creo
- Pues
si no me crees ve tu misma a la sede principal de la policía federal y
compruébalo tú misma – con eso Fernando se dio media vuelta, hizo un gesto con
su mano y se fue, dejando con una gran curiosidad a Helena, que por supuesto iría
a la sede principal de la policía federal para comprobar las palabras de
Fernando.
LEOPOLIS 3:00 PM – 9/4/2024 –
DISTRITO UNO – SEDE PRINCIPAL DE LA
POLICIA FEDERAL - GOBIERNO IMPERIAL DEL SUR
La lluvia se hace presente en Leopolis, gotas frías que
caen del cielo, rozando y golpeando los rascacielos del distrito uno, la brisa
fría recorre las calles que se lleva la esperanza de los ciudadanos, en los
televisores se puede ver al presidente presentando un discurso, informando a
sus ciudadanos que ha sido Kaiser quien asesino al alcalde de Lizan, pero que
gracias a su excelente despliegue han logrado capturara a Kaiser, quien será
juzgado con pus horrorosos crimines en contra del pueblo. Helena ve estas
noticias en frente del televisor que se encuentra afuera de la sala de
interrogatorios, por la ventana ella ve como la lluvia golpean el cristal, la
lluvia ha aumentado su intensidad, mientras ve por la ventana su corazón vacila,
¿acaso siento compasión de Kaiser? Se preguntaba Helena una y otra vez, respiro
profundamente, tomo la manilla de la puerta para proceder a abrirla, pero dudo,
en eso entro María, María es una mujer de estatura mediana, delgada, de cabello
negro azabache largo que con un fleco cubre parte de su frente y de su ojo
izquierdo, María vive en el distrito tres, es tímida y joven, con lo que gana
sirviendo café en la estación puede pagar la universidad, aunque para ello debe
trabajar turnos extras de lunes a domingo, ella no se queja ya que en la
estación la tratan muy bien, apenas ve llegar a Helena le lleva un café que
tanto le encanta y hoy no fue la excepción, al ver que ella se dispone a entrar
en la sala de interrogatorios se apresura y la llama:
- ¡SEÑORITA
HELENA! – María corre hasta donde se encuentra Helena y le ofrece el café –
aquí tiene señorita Helena
- Muchas
gracias María, me hacía falta saborear tu café, el del hospital es realmente
malo – dice Helena mientras le sonríe a María – ¿pero que no entras a la
universidad a las 3:00 pm?
- Lo
que sucedió es que no quería irme sin antes darle su café y preguntarle cómo se
encuentra
- Estoy
bien María, y ahora que Kaiser está detrás de las rejas estoy mucho mejor, nos
vemos a las 8:00 pm
- Me
alegra señorita Helena, ahora que sé que se encuentra bien me puedo ir – María
se dio media y se dirigió hacia la puerta
- Por
cierto María ¿Cómo haces para dormir? Trabajas dos turnos y además estudias
¿Cuál es tu secreto para seguir sonriente todos los días?
- Después
que termina mi turno a media noche, el oficial Hassan me lleva en su auto hasta
el distrito tres y un soldado de la Legión me escolta hasta mi casa
- ¿Así
que conoces a los Legionarios?
- Disculpe
señorita Helena, - María empieza a sudar frio, el sudor que sale de su frente
recorre su piel morena - pero ellos también son buenas personas, ellos nos
protegen de la mafia, yo creo en ellos, pero también creo en usted señorita
Helena.
- Hablaremos
después de esto María – dijo Helena disgustada – por ahora debo termina con una
asunto
Al final de esta conversación ambas toman caminos
distintos, Helena entra a la sala de interrogatorios donde se encuentra Kaiser,
o mejor dicho a un Dan Krux, sin armas, sin soldados y lo más importante, sin
mascara.
- Vaya,
vaya, miren lo que tenemos aquí – dice Helena mientras se sienta frente a Dan y
coloca su café en la mesa que los separa – debo confesar que sin la máscara no
eres aterrador, la verdad es que solo das lastima.
- Alguien
está de mal humor – Dan contesto de manera sarcástica.
- Yo no bromearía en un momento como este,
después de interrogarte el gobierno enviara a alguien por ti y al final serás
ejecutado
- ¿Sin
un juicio? Que deplorable se ha vuelto nuestra sociedad
- Escucha
Dan este es un buen momento para que confieses todo lo que has hecho, como por
ejemplo ¿Qué droga usaste para dormirnos?
- Esa
es una pregunta estúpida – dijo Dan mostrando una gran sonrisa.
- Explícate
– La voz de Helena pasó de seria a amenazante.
- Porque
la respuesta siempre ha estado ante tus ojos, o mejor dicho, en tu café – Dan
empezó a reír como si le hubiesen acabado de contar el mejor chiste de la
historia
- Helena
quedo paralizada, solo pudo mover su cabeza para observar la taza de café que
estaba en su escritorio – esa pequeña traidora – fueron las palabras que dijo frente
a Dan, mientras que por sus venas le hervía la sangre.
Helena se levantó súbitamente y salió de la sala de
interrogatorios, diciendo “¡Donde esta María! ¡La quiero aquí ahora!” todos en
la estación se miraban las caras, nadie la había visto, seguramente ya había
escapado, ya todo estaba planeado, esos 3 minutos que duró la conversación
entre Dan y Helena fueron suficientes para que María bajara a la puerta
principal, saliera y subiera a un auto que la estaba esperando, un auto que la
llevaría al nuevo escondite de la Legión.
Helena regresa rápidamente a la sala de interrogatorios,
mientras los oficiales buscan por las calles algún rastro sobre María, Helena
entra enojada a la sala y toma por la camiseta a Dan.
- Escucha
algo bastardo, me vas a contar la verdad, toda la verdad.
- ¿De
verdad quieres escuchar la verdad – el comportamiento de Dan había cambiado, ya
no se veía como ese muchacho burlón, sus ojos estaban tristes como los de un
joven que recuerda algo traumático y espeluznante – o deseas seguir escuchando
lo que te dice el gobierno?
- Todos
en este estúpido país ocultan algo, te lo pido, cuéntame aquello que todos
tratan de ocultar
- Muy
bien Helena, te lo contare todo, pero es importante que presten atención,
porque si descubres la verdad, ya no podrán engañarte y al final, irán a
matarte.
LEOPOLIS 10:58 AM – 8/4/2024 – DISTRITO UNO – A LAS AFUERAS DEL ESTADIO OLIMPICO
LEONES BLANCOS - GOBIERNO IMPERIAL DEL SUR
Mientras Kaiser bajaba por
las escaleras del edificio, este le decía a Rubén como encontrar al Kaiser
imperial, Dan sabía que el asesino tenía que mostrarse ante todos, por esta
razón estaría cerca del alcalde, donde todos pudieran verlo y después mataría
al alcalde, Rubén solo tenía unos escasos segundos para encontrar al Kaiser
Imperial y atraparlo, pero ¿Dónde estaría escondido entre tanta gente?
Kaiser bajaba rápidamente,
contando los segundos, según el reporte de María la mayoría de los oficiales
tomaron el café adulterado antes de salir a patrullar así que la droga haría
efecto en cualquier momento. Cuando finalmente llega a planta baja, se para
enfrente de la puerta, respiro profundamente, tiro su bolso detrás de la
puerta, miro alrededor del edificio abandonado que era usado por
narcotraficantes para asesinar a las personas que secuestraban, miro sobre la
puerta el nombre del edificio, su nombre era Parque Krux, un edificio que le
traía muchos recuerdos, pero al cual ya no pertenecía, respiro profundamente
otra vez, se agacho, tomo el bolso y lo abrió, era una bomba sin activar,
Kaiser procedió a tomar la bomba y a colocarle una fecha, la activo y se
levantó, vio la hora en su reloj, noto que ya eran las 11:09 am y sabía que por
el reporte de María la droga ya debería haber tenido efecto, así que salió a su
encuentro con Helena.
Al salir Kaiser del edificio
se encontró a Helena y a todos los oficiales sucumbiendo ante la droga, todos
mareados, alucinando, Kaiser solo puede observar y acercarse a Helena.
- Las
manos donde pueda verlas Kaiser – Helena apuntaba a Kaiser pero su pistola se
movía de un lugar a otro, la droga dominaba sobre ella, su voz se entrecortaba
– quédate quieto, y arroja todo lo que cargas
- Creo
que me has atrapado – decía Kaiser mientras observaba como los otros policías
dejaban caer sus armas – es una lástima, casi gano esta guerra – soltaba una
risa al darse cuenta de que seguramente la imaginación de Helena había llegado
a tal punto, que veía a un mercenario lleno de armas, ese era el efecto de la
droga, llamada Adanium, la cual impacta
sobre el sistema nervioso central, mientras cae en un estado de
inconciencia, la droga crea alucinaciones, que continúan con la realidad, haciendo
de Helena una mujer indefensa a merced de Kaiser.
- Estabas
muy lejos de ganar – Helena sentía sus pasos pesados, el miedo la dominaba
mientras se acercaba a Kaiser para arrestarlo pero en realidad, solo por fuerza
de voluntad ella caminaba hacia donde estaba Kaiser.
- Te
digo un secreto Helena, yo gane esta guerra mucho antes de empezar, porque
logre sembrar la semilla de la desesperación en las personas, porque logre
crear la anarquía en este país, porque el pueblo se levantara para asesinarse
unos a otros y llenar esta tierra de sangre, porque todos morirán, por eso yo
he ganado – Kaiser hablaba y reía descontroladamente, o eso es lo que escuchaba
Helena, que estaba en el suelo tratando de llegar hasta el lugar donde estaba
Kaiser
Helena intentaba llegar a
donde estaba Kaiser esforzándose de gran manera, sus uñas clavándose en el frio
asfalto, intentando impulsarse, Kaiser camina a donde esta Helena, la observa y
en eso escucha un estruendo, es un disparo, el observa el estadio que está
justo frente a él, sin conocer el resultado, pero sin importarle lo que ocurría
en aquel lugar, se agacho, tomo a Helena entre sus brazos y le susurró al oído
“¿Te digo un secreto? Mientras existan gobiernos opresores que trituren la
esperanza de los más pobres, en ese momento, nacerán hombres y mujeres
valientes dispuestos a dar sus vidas solo para que sus hijos tengan un futuro
mejor” con esas palabras, la levanto y coloco a Helena dentro de una patrulla,
miro a su alrededor y comenzó a correr en sentido contrario al estadio.
Kaiser corre lo más rápido
que puede, teniendo la esperanza de que al final había logrado librarse de las
manos del gobierno, pero en eso al llegar a la esquina un bate de béisbol impacta
sobre su máscara, haciendo que Kaiser pierda el sentido por unos segundos, al
mirar frente a él ve una silueta que le resulta familiar, es Tobías.
- ¿Qué
pasa Kaiser? Ya no te ves amenazante ahora – Tobías es un hombre de 1.75 de estatura,
cabello oscuro y corto, de buena masa muscular y llevaba el uniforme de la Legión
- Me preguntaba
cuando aparecerías cobarde traidor – Kaiser todavía seguía mareado, pero sin
duda podía reconocer la voz de Tobías
- Parece
que esa mascara es muy resistente, cuantos golpes te tendré que dar para que
mueras
- Ni siquiera
de un disparo podrías romperla, desgraciado – Kaiser soltaba una risa burlona,
mientras Tobías lo golpeaba fuertemente tirándolo al suelo
- Vamos
sigue riéndote enfermo – Tobías se tira encima de Kaiser y lo toma por el
cuello intentando ahorcarlo – considéralo un favor
- Vamos
Legionario, quítale tus manos de encima – Dijo Fernando Aristiguieta llegando a
la escena junto con una docena de CEI – tu trabajo aquí termino.
- Así que
me vendes a estas basuras, que bajo has caído – decía Kaiser en tono
decepcionado
- No voy
a matarte, yo si voy a salvar esta ciudad
- Ya te
dije que tu plan nunca funcionaria, solo causaras sufrimiento ahora y en el
futuro
- ¡Y
TU LOCURA NOS MATARA A TODOS! – decía Tobías expresando sus verdaderos
sentimientos – el pueblo merece alguien que les diga la verdad
- El pueblo
merece las cosas por las cuales ha trabajado
Tobías se levantó, dio media vuelta y dijo “gracias por
todo Kaiser, ahora solo deja que te maten para que podamos vivir en paz” después
de decir eso se fue, dos CEI levantaron a Kaiser y lo metieron en un auto, que llevaría
a Kaiser a la estación policial, donde hablaría con Helena sobre su pasado, la
verdad sobre esta historia está a punto de ser descubierta
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