CAPITULO 11
CIUDAD DE ANARQUISTAS. 11
Culpamos a las personas que nos rodean por
lo que nos sucede, nos hacemos las victimas de nuestros propios errores,
inventamos cualquier excusa para librarnos de la culpa, pero somos los verdugos
de aquellos que se equivocan, solo pensamos en lo mejor para nosotros,
desobedecemos las leyes que nos estorban, somos incapaces de obedecer, exigimos
que se cumplan nuestros derechos, pero somos incapaces de cumplir con nuestros
deberes, acusamos a nuestros gobernantes de corruptos, ¿pero no somos nosotros
los que cruzamos cuando el semáforo esta en rojo? ¿No somos nosotros incapaces
de cruzar por el rayado? Hablamos de que las cosas van de mal en peor ¿pero no
es eso culpa de nuestro propio egoísmo? ¿No es eso culpa de nuestra propia
avaricia? Cuando nos preguntan sobre lo que haríamos si fuéramos presidente,
diríamos que ayudaríamos a los más necesitados, construiríamos hospitales y
escuelas, eliminaríamos la pobreza ¿pero cuál es la realidad? La verdad es que
haríamos exactamente lo mismo que hacen nuestros gobernantes, porque todos
somos corruptibles, todos podemos ser comprados, porque el problema no es el
modelo que apliquemos a nuestro país, el problema real es la humanidad, la
verdad está ante nuestros ojos pero sencillamente no queremos aceptarla, si una
persona es incapaz de decidir qué es lo mejor para su vida, ¿cómo podría
decidir qué es lo mejor para un país? Esa es la verdad, que todos suelen
ignorar, vivimos en un mundo donde lo tenemos todo para ser felices, el
problema recae en que lo deseamos todo, queremos todo para nosotros, nos
olvidamos de compartir, solo deseamos tener todo para nosotros, deseamos lo imposible,
deseamos ser Dios.
LEOPOLIS
10:38 AM – 11/4/2024 – DISTRITO DOS
Ha comenzado a llover nuevamente en
Leopolis, una patrulla se acerca a la barricada de la guardia nacional, la
patrulla llega justo al punto de control y un guardia se acerca pidiendo al
conductor con una seña que baje la ventana del auto.
-
Buenos días, ¿qué es lo que desea por estos
lados señorita? – pregunto el guardia mientras colocaba su mano sobre el techo
de la patrulla y echa un vistazo al interior del auto
-
Soy la teniente Helena Días – respondió con
gran seguridad – estoy siguiendo un rastro y solicito permiso para pasar
-
¿Cuál es ese rastro? – pregunto el guardia
intrigado
-
Información confidencial
-
Si no tiene permiso presidencial no puedo
dejarla pasar
-
Mi nombre es Helena Díaz y soy la capitana
del escuadrón especial de la policía federal, le ordeno que me deje pasar –
dijo Helena con voz firme y con un tono de voz alto que dejo sorprendido al
guardia
-
Es... está bien, puedes pasar – el guardia
todavía impresionado permitió que pasara la patrulla
-
Que bien ejerces tu autoridad – dijo Dan con
tono burlón, quien se encontraba en el asiento trasero escondido bajo de unos
trapos
-
Cállate – a Helena no le hacia ninguna gracia
su comentario – ya puedes sentarte adelante, según mi GPS ya no quedan
barricadas delante, ahora dime ¿cuáles son esas verdades que se ocultan en este
país?
-
Dan se queda callado unos segundos,
observando el paisaje desde la ventana, quería decir algo pero no sabía cómo
empezar, las palabras no podían salir de su boca, pero finalmente se armó de
valor – hay veces en que queremos hacer lo mejor por los demás, pero si las
cosas fueran fáciles no valdrían la pena, todo comenzó con un golpe de estado
en el año 1993, el presidente Theodoro Lester se enriquecía mientras el pueblo
pasaba hambre, las multinacionales nos esclavizaban, todo era demasiado
costoso, fueron tiempos difíciles, tiempos de miseria
-
Esa parte también la conozco – respondió
Helena mientras continuaba conduciendo
-
Todos conocemos una parte de la historia,
pero la realidad es que miramos lo que nos conviene – continuo relatando Dan –
en ese momento surgió una especie de conspiración, un títere fue llamado a
escena, Su nombre es Alexander River, la conspiración fue llevada a cabo y fue
exitosa, Theodoro y su familia fue quemada viva a los ojos de todos, mientras
estos celebraban, pero Alexander no estaba de acuerdo con este trato salvaje de
aquellos que ahora estaban en el poder, River ya contaba con la fama por haber
liderado el golpe de estado de forma exitosa, así que influencio en la gente
una nueva rebelión, peleo hasta que al final salió victorioso, como un León
devorando a su víctima, Alexander fue proclamado presidente, los primeros años
fueron maravillosos, los mejores de una nueva era, Alexander vivía con miedo de
que esa organización tomara venganza, no podía dormir, pasear, comer, vivir,
después de ese día solo ha tenido tiempo de pensar en que aquel monstruo que
asesino resurgiera de lo más oscuro de la tierra, bañado en sangre listo para devorarlo,
así que invento un rumor, le dijo a sus aliados que pronto serian atacados y
asesinados, tomaron medidas, crearon una nueva arma, una terrible, era un arma
química, comenzaba con un resfriado común, algo de lo cual nadie se
preocuparía, algo leve que se volvía mas grave hasta que dejabas de respirar,
mucha gente en el Gobierno Imperial del Sur murió a causa de este experimento,
mi padre confronto a Alexander, dijo que le contaría la verdad a todos, le
pidió que se detuviera… - Dan quedo en silencio, apretó sus puños, cerro sus
ojos, respiro fuerte, su corazón solo sentía dolor
-
Helena volteo a observar a Dan todo quedo en
silencio durante un rato y ella dijo – puedes continuar otro día, no te forzare
a decir algo que no quieres
-
Luego de hablar con Alexander mi padre fue a
buscarme al colegio, fuimos a casa como todos los días, pero al entrar, lo que
vimos, cambio nuestras vidas para siempre, al entrar a ese cuarto, al abrir esa
puerta vi a mi madre, crucificada en la pared, mi hermano solo estaba allí
arrodillado en el suelo, sus ojos estaban rojos, se boca temblaba, mi padre no
logro superarlo y se suicidó, mi hermano y yo huimos de casa, sabíamos quiénes
eran los responsables así que nos ocultamos, por casualidades de la vida encontramos
una buena familia que nos adoptó, nos escondió, fueron buenos días ante tanto
dolor, pero al mirar las noticia veíamos como en un día esa arma peligrosa de
la cual nos había contado nuestro padre mata a 10 personas por minuto, la gran
potencia de aquel entonces, había caído, el buen hombre que era Alexander River
termino de morir ese día, el poder termino de consumir su corazón, y al final
se terminó convirtiendo en un ser cruel.
-
No lo entiendo, ¿Quiénes son esas personas
que estaban en el poder?
-
No hay registro de ellos, solo rumores, nadie
ha sido capaz de confirmar su existencia, todos los que hablan de su existencia
son asesinados accidentalmente, ellos son comerciantes, políticos, religiosos,
ladrones, asesinos, todo tipo de personas se encuentran allí, ellos deciden qué
es lo mejor para las humanidad, o en pocas palabras, que es lo mejor para
ellos, a estas personas se les conoce como LA LUZ
-
A ver si entiendo – replico Helena – esta
organización LA LUZ, asesino a Theodoro, coloco a Alexander como presidente, Alexander
se revelo contra esa organización y la elimino mediante la guerra, ¿y ahora los
fantasmas de esa organización quieren matar a Alexander? Hay algo en tu cuento
fantástico que no logro entender.
-
Todos los miembros de LA LUZ fueron
asesinados, junto con hombres, mujeres y niños inocentes, ese fue el resultado
de la guerra, pero después de ganar aun la paranoia de Alexander continuaba,
así que el Imperio Xio Sun Red hizo su movimiento, mando a LA BESTIA para que
siguiera alimentando la paranoia de Alexander, de esta forma sin saberlo
Alexander se fue convirtiendo en el títere de Xio Sun Red, una gran guerra se
aproxima, una que tendrá como ganador al que haya realizado mejor su jugada,
incluso antes de iniciar el juego, y tal como el villano de una película
infantil, el ganador será el que domine el mundo.
-
Es algo difícil de creer
-
Para mí también lo fue en un principio, pero
vi la maldad de la humanidad, me demostró que las cosas más terribles se pueden
hacer realidad, y son aún peores si son las personas cercanas a ti quienes
realizan tales obras – Dan callo un momento, miro al frente y dijo – te digo un
secreto, a veces crees que conoces a alguien, pero en un instante se pueden
convertir en completos desconocidos, unos en mártires, otros en villanos.
LEOPOLIS 11:02 AM – 11/4/2024 – DISTRITO
DOS – NIGTH CLUB HELLWITHE GOBIERNO IMPERIAL DEL SUR
A pesar de la hora, el cielo ha sucumbido
a la oscuridad, grandes nubes impiden el paso del sol, sonidos aterradores
procedentes de los truenos anuncia la llegada inminente de la lluvia, gotas
dispersas comienzan a caer al suelo, la lluvia empieza aumentar en intensidad
con el pasar de los minutos, una patrulla se detiene al escuchar un disparo
dentro de un edificio, Helena y Dan bajan de la patrulla, Dan corre hacia el
edificio pero otro disparo hace estremecer su cuerpo inmovilizándolo, Helena lo
toma del brazo y le grita: “¡VAMOS, RAPIDO!”, pero Dan no se mueve, sabe que la
muerte ha llegado primero que él, sabe que ha perdido contra el tiempo, de
pronto una silueta comienza a moverse entre las sombras, camina como si
estuviese herido físicamente, pero lo que ha sido herido es su corazón.
-
Helena saca su arma y apunta a aquella
persona oculta en la oscuridad del edificio, diciendo - ¡Manos donde pueda
verlas y sal lentamente del edificio!
-
Yo… yo
lo siento… perdóname – dijo aquella persona mientras salía de la oscuridad, con
sangre su ropa, la sangre de su victima
-
¿Quién es él? – pregunto Helena
-
Tobías ¿Qué has hecho? – Dan dejo escapar
esas palabras de su mente.
-
¡SUELTA EL ARMA! – dijo Helena mientras
apuntaba a Tobías
-
Yo... yo no quería… no sé qué fue lo que sucedió
– la voz de Tobías temblaba, mientras las gotas frías de la lluvia hacían que
la sangre recorriera su cuerpo
-
¡BASTARDO! ¡QUE FUE LO QUE HICISTES! – Dan comenzó
a correr hacia Tobías, este tomo su arma y apunto a Dan, pero Helena rápidamente
dispara a la pierna de Tobías, Dan queda inmóvil nuevamente.
-
La próxima ira a tu corazón – dijo Helena acercándose
un poco mas
-
No será necesario – dijo Tobías mientras
tomaba su arma y apuntaba a su cabeza
-
¡DETENTE! – contesto Helena mientras se
acercaba un poco más – las cosas no tienen que terminar así
-
Lo siento tanto Dan, tu y yo siempre fuimos
grandes amigos, pero es solo que… yo también la amaba y tu… tú me la arrebataste
– Tobías comenzó a llorar.
-
A todos nos arrebataron algo, todos perdimos
lo que más queríamos – Dan paso al lado de Tobías sin siquiera mirarlo, dirigiéndose
al edificio – solo que tú fuiste tan egoísta que pensaste que las cosas malas
solo te sucedían a ti, fuiste tan miserable que permitiste la matanza de miles
de personas solo para vengarte de mí, tus padres estarían muy decepcionados de
ti.
-
Dan continuo caminando sin mirar atrás,
mientras que Tobías bajo la intensa lluvia pronuncio sus últimas palabras – yo solo
quería… ¡YO SOLO QUE ALGUIEN ME AMARA! – Tobías apretó el gatillo y se suicidó,
Dan ni siquiera volteo, aunque en su corazón fue algo que le dolió bastante.
Dan entro al edificio y observo a dos
personas, se acercó a ellas, su vista parecía perdida, las personas eran Anarquía
y Madelin, Anarquía estaba angustiada
-
Le inyecte el VRPO-21 y no está haciendo
efecto ¿Qué es lo que sucede?
-
El VRPO-21 solo funciona una vez – dijo Dan
con lágrimas en sus ojos – tal vez si…
-
No… está bien – dijo Madelin suspirando sus últimos
minutos de vida – este es el final… es momento de que continúen.
-
Dan cae al suelo y se acerca a ella – no, no,
¡NO VOY A PERDERTE!
-
Es hora que termines lo que te has propuesto –
la herida en su pecho empeoraba – haz realidad nuestro sueño… convierte este
mundo podrido en un mundo mejor
-
¿De que me sirve un mundo perfecto si no estás
tú? – Dan no podía impedir su llanto
-
Madelin acaricio por ultima vez el rostro de
Dan, llenándolo de sangre – me salvaste de mi misma, me convertiste en una
persona mejor, me enseñaste lo bella que es la vida… - a Madelin le costaba
cada vez hablar más – es momento que vivas por los dos… consigue una buena
mujer… y recuerda… siempre te he amado – la mano de Madelin que se encontraba
en el rostro de Dan comenzó a caer lentamente, Dan la tomo, pero ya era
demasiado tarde, Madelin ha muerto, Dan no podía aceptarlo, gritaba pidiendo
que despertara, Helena solo miraba desde lejos, mientras Anarquía solo lloraba
desconsolada, y aunque los gritos de Dan deberían ser ensordecedores, lo único que
se escuchó aquel día, fue la lluvia
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